Mauricio Silva, un buen rumbero
Tema: Articulos de RevistasEl fundador de La Crítica rinde homenaje a la Dimensión Latina, graba una “All Star” y prueba nuevas voces en su estudio de La Victoria
Dice haber perdido la cuenta de los años que tiene en la música, pero en realidad son 33 los transitados en la ejecución de distintos instrumentos, composiciones varias y muchos arreglos musicales. Mauricio Silva cuenta hoy con un prestigio bien ganado en el ambiente.
Siempre supo hacia dónde iba. Podría decirse que logró su meta. “Comencé con el Sexteto Juventud en 1977 y de allí pasé a La Crítica, de Oscar D’León, donde me atrevería a decir que comenzó mi formación como compositor y arreglista con el número Se necesita rumbero, donde ensayé matices distintos que vinieron a darle personalidad a
CREAR, SIEMPRE CREAR
Mauricio forma parte de una familia musical; su padre, hermano tíos, esposa y hasta los hijos sienten pasión por la música y, de una u otra forma, han estado ligados al ambiente. Él ha tenido la suerte de hacer en la música lo que haquerido, hasta llegar a ser dueño de su propio estudio.
“La música no es solamente ir a tocar un instrumento. En mi caso, mira, a mí me gusta crear y he tenido satisfacciones por ese lado, números que lograron fama internacional, como Se necesita rumbero, Canto al Madera y Te haré feliz entre otros temas. Me gusta Mauricio Silva logró éxito internacional con sus arreglos y composiciones.
La decisión más sabia en mi vida fue separarme de Manuel Guerra. Él es un gran comerciante, un mago del negocio, tiene buen tino para ese tipo de cosas. Nos conocimos en “Fa Menor”, una agrupación que se formó en San Agustín del Sur cuando yo apenas tenía 17 años. Allí descargué con el trombón. Yo tenía la idea de lanzarme como cantante y Manuel quería formar una agrupación. Fue así como salió “Salsa Silva y Guerra”. Fue un éxito desde el primer momento. Manuel, ya te digo, En su estudio “juega” con sus creaciones. ser arreglista, porque allí uno se tiene que emplear a fondo y tener oídos para todos los instrumentos, combinar notas, melodías, eso es fascinante.
—¿Y tu cambio al trombón?—Siempre estuve enamorado de ese instrumento, porque su sonido es apabullante… Fui uno de los muchos fans de Mon Rivera, una trayectoria en el trombón que luego fue desarrollada por Barry Roger con el maestro Palmieri. Ese sonido, los trombones, recorrieron el mundo caribeño hasta recalar en nuestro país, donde fue abordado por Dimensión Latina, en los años 70. El juego de trombones entre Rojitas, Guerra y “El Gordo” Monges fue algo espectacular, mi gran escuela en el instrumento, porque yo soy muy observador en ese sentido.
—¿Y entonces?—Cuando estaba en La Crítica, veía de cerca a William Puchi con la orquesta de Oscar D’ León, el solo en Mata Siguaraya fue fenomenal. Un día, en un ensayo, le quité el instrumento a William Puchi y comencé a sonarlo ahí, a lo loco, William me dijo: “Oye, pero te suena, hay mucha gente que lo intenta pero no le suena, cómprate un trombón y comienza a estudiarlo”, y eso fue lo que hice, me compré un trombón y empecé a matar fiebre. Como en La Crítica no había trombón, pues comencé a tocar con grupitos que se formaban por allí... les hacía los arreglos. Fue así como nació “Fa Menor”, donde participaban además Manuel Guerra, Luisito y Roberto Quintero. Yo me empaté ahí tocando trombón; también estaba Pamela, que hoy vive en México. Comencé como a drenar esas ansias como trombonista, pero seguí de pianista con
“Ese número determinó que Alberto Naranjo me llamara. Yo no lo conocía en persona, sabía de su trayectoria, quien era, pero no lo había tratado. El caso es que él averiguó mi número de teléfono y me llamó para felicitarme. Eso para mí fue muy estimulante; luego me llamó para que grabara con el Trabuco Venezolano, el mejor ensamble musical que se haya hecho en nuestro país en mucho tiempo. Mi tío, “El Muerto” Silvano llegó y Chispa, el otro trombonista, tuvo que irse, total que en la grabación grabé los tres trombones en tres temas. En Tres días, La música y Siempre te vas por las tardes, un bolero que cantó Moisés Daubaterre. Total, que como trombonista debuté en las grandes ligas. Al final quedé como pianista de El Trabuco.
El hoy
Experimentando en la música, en esas anda hoy Mauricio Silva. Montando una orquesta de Latin Jazz y un homenaje a Dimensión Latina.
Angel Méndez
Revista Swing Latino
Viernes 23 de abril de 2010
Ciudad CCS